Mi historia...

Hace casi 5 años me desperté con un movimiento brusco e inesperado, una fuerte convulsión. Cuando abrí mis ojos, desperté muy confundida, estaba en una ambulancia camino al hospital; pocas horas después fui diagnosticada con una masa en mi cerebro y con la urgencia de una operación inminente. Los riesgos iban desde no despertar nunca, ha que todo saliera bien y lograran hacer lo que hasta ese momento desconocíamos. Así que con muchas dudas y sin saber que hacer o que esperar, hicimos lo que los doctores decían, debíamos hacer. Fueron momentos de decisiones difíciles, tome control de mi situación, pregunte con detalle lo que iba a pasar; y deje firmado papeles de lo que quería hicieran conmigo, en el peor de los casos y las cosas no salían como esperábamos. Después de 6 horas, que duro la operación desperté. Estaba bien, consciente y viva. Me hicieron una craneotomia y descubrieron que mi tumor es inoperable, se trataba de un una masa difusa, localizada en el frontal derecho. Lograron tomar una muestra para determinar el tipo y el grado de tumor, ya que hacer algo más hubiese sido riesgoso y peligroso para mí. Mas adelante enfrentaríamos a un posible tratamiento.

Mi tratamiento comenzó con anti convulsivos y esteroides para bajar la inflamación. Ahí comenzó un difícil y largo proceso de que hacer más adelante, como escoger los médicos que me tratarían y que tratamiento hacer, etc. Todo esto en un país extranjero, que a pesar de vivir por tantos años, las cosas funcionan distinto; y más con un diagnostico como tumor cerebral. Finalmente decidimos hacer quimioterapia junto a suplementos de vitaminas y minerales que sabía, me ayudarían a fortalecer mi sistema inmunológico, siempre al lado de mi acupunturista. Así emprendí esta batalla.

La foto del primer MRI donde descubrieron el tumor, y fondo de este blog, aparece una carita feliz. Parece una ironía, pero para mí es un mensaje. Soy fiel creyente de que las cosas no pasan por casualidad y ante ellas hay que anteponerse y aprender, siempre traen consigo un mensaje.

Después de un ano de quimo, una noche y después de varia horas escuchando testimonios, resolví parar el tratamiento de quimioterapia. . Mi condición era estable y con un previo estudio de mi condición, mis valores y mi decisión ya tomada, busco la aprobación de mi oncóloga y paramos el tratamiento oficialmente. De allí en adelante mi alimentación y tratamientos alternativos han sido una constante que rigen mi salud y que por razones irrisorias para mí, mantengo fuera del conocimiento de mi oncóloga (mi respuesta es que no creen que algo tan fundamental sea importante, no se lo ensenaron en la escuela de medicina). Actualmente tomo pastillas anticonvulsivas que estoy consciente son necesarias para mi tratamiento, que me mantienen casi libre de convulsiones, (que por su parte son bastantes manejables y cortas), llevo dos tratamientos alternativos más mi protocolo de suplementos. Tomo más de 89 pastillas diarias que me mantienen bien, activa, con mi tumor estable, llevando una vida normal. Llevo un diario, donde anoto mis episodios y cualquier pregunta que crea conveniente exponer. Medito, hago yoga, leo mucho (sobre todo del cáncer), busco historias positivas y trato de aprender algo nuevo cada día, doy gracias por despertar cada día y por lo que tengo. Creo fielmente en la acupuntura, eso me ha hecho muy dueña de mí y de mi enfermedad, que la comparto con mi compañera de historia médica y amiga: mi acupunturista Roxana, que es una de las personas claves en mi vida, que me ha ensenado a conocerme, a identificar mis dolencias y mis causas, sean esta médicas o emocionales y con quien comparto una relación de vida humana muy especial.

Hoy sé que lo que este camino ha significado en mi vida y lo que vino a enseñarme, así como cada paso bueno y malo que atravieso. La vida siempre nos brinda una lección, es solo estar atento y aprender de ello, siempre consigues encontrar algo bueno. Quien diría que la palabra cáncer traería tanto a mi vida. Cuando nos enfrentamos al cáncer surgen muchos miedos y debemos estar preparados para enfrentarlos desde la razón y no desde el temor, con fe, responsabilidad, educación y esperanza!.

Dentro de todo este proceso descubrí que había a mi alrededor mucho apoyo hacia mi persona y mi familia y me ayudo a no sentirme sola y descubrí que entre tanta incertidumbre siempre hubo gente a mi lado, rezando por mí. Esa experiencia ha sido clave y ha convertido este difícil proceso en lo que llamo yo una "bendición". Hoy lo veo como un crecimiento personal. La gente se sorprende de mi optimismo y eso a mí me fortalece. Hoy mi idea es ayudar, colaborar con personas que llevan consigo esta carga, compartir la información que he descubierto, desmitificar esa palabra innombrable que nos hace estremecernos por su desconocimiento y tratar de compartir mi optimismo, que no es resignación y desmantelar esa nube negra que ha crecido frente a esta enfermedad. Aprender, compartir y salvar vidas. Crear conciencia y vencer esta epidemia que es el CÁNCER. Es muy duro enfrentarse a este diagnóstico. CÁNCER no es una sentencia de muerte, encontrarme con alguien que tiene cáncer me ha servido para reencontrarme y reconocerme a mi misma. Este blog siento es mi deber, mi obligación y a la vez mi terapia. Esta enfermedad antes de definirnos nos muestra una nueva oportunidad para crecer y luchar. He conocido tanta gente hermosa y la unión se llama CÁNCER. Entenderla e investigarla me ha dado la sabiduría y me ha ensenado a no enfocarme en el futuro; tampoco en el pasado, pero si en el presente, porque eso es la vida.... NAMASTE!!!!